Alquimia y arte
Alquimia y arte están entrelazados completamente. La alquimia no deja de ser una ciencia secreta, donde los auténticos alquimistas borraban sus huellas y se esforzaban en dibujar pequeñas claves en un enmarañado conjunto de señales e instrucciones, tan complejas e indescifrables, que podemos obviar que lo hacían así a proposito.
Una antigua leyenda dice que tras el diluvio universal, se creó la Torre de Babel buscando recopila toda la sabiduría para que no se volvera a perder, pero viendo el posible desastre que devenía, un grupo de sabios se separó de la Torre de Babel y acordaron inventar «el arte».
Antes el arte era sólido y claro, las claves de las matemáticas, astrología y los secretos del conocimiento que poseía el hombre, estaban incluidos en el mismo arte. No había duda que desde Beethoven hasta Pitágoras, desde Euricles hasta Velazquez, conocían los secretos de la geometría sagrada, de la arquitectura antigua, de la astrología, y como tantos otros, entremezclaban estos conocimientos en sus creaciones.
No es casualidad que en casi todas las obras musicales, pictóricas, arquitectónicas, etc, e la antiguedad, encontremos la proporción aurea, o extraños símbolos y claves que aun hoy desconocemos.
Pareciera que el arte no era un mero entretenimiento, sino un vehículo para esconder la sabiduría que no se podía escribir en ningún libro. En pequeñas irregularidades, en pequeños desequilibrios, en adornos, detalles, piezas que aparentemente no encajan de las obras de arte de la antiguedad, encontramos auténticos símbolos alquimistas.
Y lo mismo la alquimia en sí, los textos de la alquimia, parecen auténticos desafíos para la lógica y la razón. Los leamos como los leamos, dan a entender que quien lo escribía no quería que nadie lo entendiera. Y otra vez vemos los mismos símbolos, claves, que se repiten, tanto en textos como en el arte.
Entonces sintetizamos esos símbolos, y podemos obtener algo, algo más allá de lo incomprensible.
Antonio García Calvente realizó un estudio profundo de la alquimia, desde Jung hasta los antiguos textos todavía en latín. Dedicó una gran parte de su vida a este estudio, y recopiló mucha información que no compartió apenas con nadie.
Símbolos alquímicos
Los símbolos alquímicos son claves para comprender un proceso determinado de transformación. Son símbolos estelares, astrológicos, matemáticos.
Algunos de estos símbolos nos ayudarán a comprender un proceso. Hablando claramente de las fases del mismo.
Otros nos ayudarán a entender cada uno de los elementos, qué significa, qué es.
Arte simbólico
La abstracción de los símbolos, el origen de cada uno de ellos y su camino, han de sentirse.
Los símbolos no muestran una realidad, señalan hacia algo, son una indicación. Pero no una indicación del consciente, sino del inconsciente. Muchos símbolos duermen en la memoria ancestral, van más allá de las pequeñas vidas humanas, muchos símbolos, como los símbolos oníricos, son universales y atemporales. Al trabajar sobre esos símbolos se despierta algo, evocan algo, algo descontrolado, antiguo, interno, profundo.
Sirena y minotauro
Sirena y minotauro son dos símbolos clave para Antonio, representan el Sol y la Luna, la luz diurna y la luz nocturna.
La sirena es la medidora de mundos, vive en el agua y en la tierra, vive en lo profundo de cada uno, señala lo secreto, tentador, hermoso y peligroso.
El minotauro es la fuerza, es el sol, la voluntad, pero una fuerza salvaje y descontrolada, una luz brillante pero cegadora. Son los deseos, el poder y la energía aun sin domar.
Ambos señalan el inicio del cambio, de la transformación, aspectos clave de nuestra mente que han de ser descubiertos y comprendidos.