Paisajes en la pintura
Los paisajes en la pintura son obras que normalmente evocan apertura, luminosidad, armonía. Son un descanso y una visión fácilmente reconocible y apaciguadora.
En la colección de arte de los últimos 10 años de Totom, los paisajes son escasos.
Si bien es cierto que en épocas anteriores pudieron ser considerados la parte principal de su línea artística, con el tiempo se fueron haciendo menos significativos.
La familia del pintor, guarda a buen recaudo obras inéditas de paisajismo, algunas ciudades como Toledo, playas, montes, paisajes taurinos, ríos y algunos paisajes portuarios. Los paisajes que están disponibles son de los últimos años o de la colección que la familia eligió para la venta.
Estilo paisajista
Nos encontramos con un estilo paisajista más sencillo, sin alejarse del aspecto simbolista del arte de Antonio.
Técnica artística
Nuevamente la técnica artística está realizada con espátulas de pintor, en una búsqueda de texturas y volumen, jugando con las texturas de los pigmentos al óleo y buscando claros-oscuros y determinadas sombras en las líneas y formas del cuadro.
En los paisajes podemos comprobar contrastes fuertes, sencillez en la estructura, y la búsqueda persistente de ciertas claves que han marcado a la humanidad.
En esta etapa se genera un sentido, una necesidad para conducir un mensaje nuevo, a veces desgarrador y doloroso, a veces sencillo y hermoso.
Paisajes abstractos
Los paisajes abstractos empiezan a cobrar un sentido y una importancia.
La búsqueda de sencillez logra una expresividad intensa y concentra la mirada en la clave que se busca entregar. Los paisajes abstractos son obvios, sencillos, concretos y fácilmente reconocibles.
Su lenguaje es sencillo, claro, accesibles.
Paisajes taurinos
Si bien en épocas anteriores hay paisajes taurinos más realistas, en esta etapa tienen un sentido diferente.
Los toros son fuerza y a la vez docilidad. En el taoismo, el toro, la vaca, son símbolos receptivos que nos ayudan a entender la fuerza y testarudez de la energía femenina.
En los paisajes taurinos se representa esta fuerza, buscan despertar la voluntad y el movimiento. El toro no hace movimientos al azar, se controla, se mide, regula lo que puede o no puede hacer, hasta dónde puede llegar. Incluso en medio de la plaza de toros, a veces mide evitando dañar. Es un animal pacífico incluso en su entorno salvaje, al cuál hay que atacar y retar con esmero para que se torne violento y saque afuera toda su fuerza. Al igual que lo femenino, que la fuerza maternal del universo. Es cálida, suave, grada, nos nutre, es pacífica y amorosa, pero cuando se torna violenta, los maremotos, terremotos, huracanes que genera, son devastadores y tremendos.
Paisajes simbólicos
Algunos paisajes simbólicos no intentan mostrar un paisaje externo, sino interno. Un paisaje de lo que sentimos, o vemos, o imaginamos. No sólo aquello que se nos muestra, sino aquel horizonte que se forma ante una visión determinada.
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